lunes, 24 de agosto de 2015

Maldita distancia


Un ‘te echo de menos’ puede hacer que inmediatamente sonrías a la pantalla, sí, por supuesto, pero también puede hacer que sientas un enorme vacío por dentro, que sientas una tremendas ganas de teletransportarte hasta el lugar donde está esa persona para darle un abrazo, para decirle cara a cara que te alegras de tenerle cerca, de contarle que cada vez que recuerdas aquellos momentos vividos sientes una gran frustración por no poder estar a su lado. Y es que te mata saber que está mal y tú no puedes darle un abrazo ni decirle unas simples palabras para tranquilizarle porque hay kilómetros de distancia, y en su defecto, una pantalla que os impide tocaros.
Es increíble cómo personas que tienes lejos te alegran día tras día, mientras que personas que tienes a tu lado hacen de todo menos falta.

María José Gutierrez.

domingo, 23 de agosto de 2015

Siempre sale el Sol

 Siempre sale el sol.
Si la noche no deja verte.
Si la indulgencia
te niega el consuelo.
Si la lagrima te dicta
telegramas a la cornisa de tirarte.
Si el valor se rompe por el escozor
de las horas muertas.
Si ahora no es mañana, ni nunca
el momento.
Si es si o no o puede o debe
o quiere. ..
Siempre sale el sol...
Siempre hay una raíz,
el nombre y complemento
a tu ayuno.
Los rayos hablan perfectos
sinónimos que lindan con
el sufragio de contradecirte.
¡Mirad los pétalos de las voces
descargan aromas en el tiempo!
Encaje de romper los puzles
Y hacerlos añicos.
Si. Siempre saldrá el sol
para matar la violencia.


Isabel Rezmo

Piezas


La vida se construye a base de victorias y derrotas,
pero mientras construimos no siempre sabemos cuál es cada una.

¿Qué es lo correcto? ¿Lo que nos enseñaron que debemos sentir o lo que realmente sentimos? Solamente en esas situaciones, cuando miramos en nuestro interior sin que logremos ver nada, es cuando nos damos cuenta de que no somos lo que creemos, que somos más complejos, que no somos nieve en el invierno, ni podemos sobrevivir si sentimos que algo falta.


Tal vez sea porque estamos incompletos.

Tal vez nazcamos siendo un alma en más de un cuerpo, como varios pétalos de una misma flor o como piezas de un puzle que no logra completarse. Tal vez no sepamos dónde están el resto de piezas, y tal vez sea en esa búsqueda ciega donde reside el auténtico sentido de nuestra vida.

Sin embargo, puede que no sea tan malo vivir otro sinsentido, pues estas pantomimas constantemente nos rodean. Somos una parodia de existencia, algo que complicamos porque no entendemos. No somos solo biología, ni tampoco solo alma. Somos música, poesía, besos que no pedimos y llanto que escondemos. Somos el café de los martes, la mirada perdida en el bus, ese viaje a ninguna parte cada verano y esa noche que, cuando amanece, nos recuerda que el miedo a la muerte solo es miedo a dejar de sentirnos vivos. 


Álvaro Funes Jiménez
(@aalvarofunes)
Novelados