jueves, 25 de junio de 2015

Entrevista a Encarni Barrera




Encarni Barrera Fernández es una de nuestras amigas y escritoras favoritas. Por experiencia personal de todos los Novelados, sabemos que ella es una persona cercana y sobre todo resalta su humildad. Aunque ella ya ha publicado dos novelas con un éxito innegable, insiste en decir que es una amateur, pero todos sabemos que no es así.
Para que conozcáis más a vuestra escritora y como ha sido ese camino que le ha llevado a ser lo que es, hemos creado esta sección para todos los seguidores de Encarni.
¡Comencémos!

1-    ¿Quién es Encarni Barrera?

Me muevo entre letras, entre frases, entre páginas, de esa manera inconexa la mayoría de las veces. Me he movido, hasta hace tres años, en un mundo totalmente alejado de la literatura, me bastaba acudir a actos que se organizaban, mirar de lejos, observar. 





“Mi bagaje cultural no es el más denso, el más grueso o el más importante. Me he ido haciendo yo, poco a poco”.


Me gustó el teatro siempre, participé en el grupo del instituto. Escribí desde que llego a recordar.
Me embarqué en crear un encuentro entre autores, en hacerlo realidad, y, lentamente, he aprendido que lo más importante es aprender de quienes se cruzan en el camino.



2-    ¿Cuáles son tus inicios, logros y momentos mas especiales que te han hecho ser lo que eres?

Mis inicios fueron desconcertantes, jamás escribí para publicar, siempre creí que escribía por pura terapia, porque necesitaba salir fuera de mí. Me encontré, de repente, con un libro en las manos, papel, real, físico, y comencé a pensar que, una vez hecho tenía que continuar. Y di el primer paso, comencé a moverme, a tocar algunas puertas. Tengo que reconocer que he sido afortunada, las puertas se me iban abriendo sin llamar, se comenzaron a gestionar por terceras personas a mis espaldas, me dieron mucho hecho. No tengo logros, no he logrado nada, he conseguido cumplir un sueño, sigo escribiendo por pura terapia... Pero, eso sí, guardo momentos que serán para siempre inolvidables. El más importante, la primera vez que tuve mi libro en mis manos, supongo que como les pasa a todas las personas que publican en papel. Y la primera presentación en mi pueblo, y la última en la Delegación del Gobierno en Granada;  Imponía aquella sala, antiguo edificio de la Normal de Magisterio, donde tantos docentes se habían formado, cámaras enfrente, micrófonos varios, muchos nervios, y jamás olvidaré la pregunta de la Delegada del Gobierno, dirigiéndose a mí con una de las frases de mi novela "Encarni ¿Eres feliz?"... Y supe, en ese instante, que ese era mi mayor logro. Sí, era feliz. Soy feliz escribiendo.



3-    ¿Qué te hizo compartir con los demás tus escritos?

Un buen día alguien decidió por mí. Mi compañero, mi amigo, mi marido, dijo que me iba a regalar un sueño, y que no estaba mal lo que escribía, que merecía la pena arriesgarse. Y comprendí que, quizás, era el momento de abrir mis alas, de hacer lo que me gustaba. El momento justo en que necesitaba mirar más lejos, no mucho más, lo justo para poder ver que el horizonte es amplio. Ahora pienso, egoístamente, que solo con una sola persona que se sienta bien leyéndome, me puedo dar por satisfecha, me siento a gusto, no necesito más, saber que una sola persona lee y sonríe. Y sólo eso me basta. 



4-    ¿Qué consejo darías a aquellos que estamos comenzando a caminar por este mundo?

Yo no puedo dar consejos, acabo de llegar, hace dos horas que estoy en la estación. Me dejó aquí mi tren. No puedo aconsejar a quien está en la misma senda que yo. Pero sí que siempre digo, a quien me comenta que le gustaría publicar, que tenga valor. La valentía del novato o novata, que digo yo. En la vida hay que ser valientes, en todos los ámbitos; te puedes equivocar, puedes darte contra un muro, pero no te quedará jamás la duda de saber qué hubiera pasado. El éxito personal, para mí, consiste en eso, en llegar a pequeñas metas, en acumular personas en el bagaje emocional que te aporten. No suelo dar consejos, pero siempre suelo decir que hay que sacar la valentía que todos llevamos dentro, y para mí, ser valientes es vivir, hacer lo que te gusta, siempre hay una rendija para hacerlo. Este mundo es competitivo al máximo, yo huyo de la competitividad, creo que la generosidad me aporta más, y eso también lo aconsejo. Ser generosos con quien entra en tu mundo en las mismas condiciones.



5-    ¿Qué hay de ti en tus obras?

Mucho. Por eso me gustan las novelas con protagonistas femeninas, de entornos rurales, de una edad parecida a la mía. Con una educación determinada, me siento muy cómoda poniéndome en la piel de protagonistas que pudiera ser yo, que en ocasiones han vivido experiencias mías. Es verdad que en mi primera novela sí que hay capítulos totalmente autobiográficos, considero que todas las vidas, todas, guardan momentos y situaciones que merecen ser contadas, relatadas, vividas y compartidas. Hay mucho de mí, mi filosofía de vida, el respeto a las decisiones personales ajenas, el amor, mi forma de entender el amor o las relaciones amorosas o de amistad, mis principios, que cada vez oscilan más, porque he aprendido que no hay verdades absolutas, que no me gusta juzgar, que creo que en cada hecho hay tres versiones, la de una parte, la de otra, y la mía. 

 
"En mis obras intento ser mucho “yo”, muy yo, alejarme de mí por momentos, vivir en la piel de mis personajes, intentar entenderlos sin dejar de crearlos. Sí, decididamente, en mis obras hay mucho de mí.



6-    ¿Qué tipo libros prefieres leer? ¿Te ves influenciada por los escritores que lees? ¿Por quienes?

Me gusta mucho la novela intimista, no sé si se puede llamar romántica, considero que no es, para nada, denigrante para una autora o autor escribir sobre sentimientos, creo que se ha rebajado mucho cierto concepto del romanticismo, del intimismo, como si fuera un insulto, y en realidad, grandes títulos, grandes autoras, escriben novelas de amor, todas llevan una historia de amor, es algo que va saliendo. Me gustan los libros que me enganchan, aquellos que me hacen llorar o reír, que me tocan el alma, que me regalan vida y frases... Y luego la poesía, soy una enamorada de los Románticos, y de la Generación del 98, me pierde Machado, me hace sentir y vivir. No sé si he estado influenciada o no por mis escritoras (¡ojo! digo escritoras) favoritas, pero supongo que siempre queda algo. Almudena Grandes, Isabel Allende, y las grandes Damas de los cincuenta, Ana María Matute, Mercé Rodoreda, y mi más admirada, Mercedes Salisachs. No me importa releer "Pequeño teatro", "Nada" o "Una mujer llega al pueblo", "La Plaza del Diamante","Espejo Roto"... No sé si me han influenciado, pero si en algún momento lo hicieron, si sólo he sido capaz de escribir una frase, sólo una, como ellas lo hubieran hecho, puedo considerarme la mujer más feliz del mundo. 



Para terminar esta entrevista, Encarni nos regaló un trozo de su amor a las letras, pasión y forma vivir. La conclusión que Novelados ha sacado de esta gran mujer y escritora, es que es una Novelada como la copa de un pino.
Gracias Encarni Barrera por existir en este mundo.
 
  


ME ENSEÑÓ LA VIDA




Me ha enseñado la vida a detener mis pasos,
a olvidar mis sonrisas y a repartir abrazos,
a dejar que mis sueños se escondan en esquinas,
a luchar por el mundo que me tocó en la rifa...
Me ha enseñado la vida a lamer mis heridas,
a cerrar puertas propias y a entornar las ventanas,
a escuchar el silencio y a medir mis palabras,
me ha enseñado la vida que la vida es muy larga...
He aprendido en caídas que nadie te levanta,
que nadie se detiene porque estés lastimada,
que nadie entrega flores sin que estés en la cima,
que nadie te da agua sin que tú se la pidas...
Me ha enseñado la vida que los días son duros,
que el verano es muy corto y muy largo el invierno,
que los llantos se secan cuando el viento los roza,
que la risa es fugaz y el camino es muy lento...

Pero aprendí también que hay que apretar los dientes,
y poner la mirada en los ojos de gentes
que luchan a tu lado, que caen y se lastiman,
que piden agua y dan lo que les dio la vida,
que hay quien coge tu mano, y hay quien te acompaña,
que nunca se han rendido y que plantan batalla...
y he aprendido a llorar y a tragarme mis lágrimas,
a coger esas manos y a beber ese agua...
Y he aprendido que el mar se riza con los vientos,
que las flores se secan cuando viene el invierno,
que el sol calienta a todos,
que la lluvia se cuela
entre todas las hojas que trae la primavera...
Aprendí que mi mundo es propiedad privada,
que mis ideas son libres, y libres mis miradas,
y libre el corazón,
amar y ser amada, o amar y no serlo,
porque amor con amor no se paga,
el sentimiento es libre y libre quien lo entrega,
aprendi que quien ama jamás hiere ni pega,
ni daña, ni maltrata,
aprendí a ser muralla y a levantar la cara.

Y he visto muertes cerca,
y he escuchado alabanzas,
y sé que no me importa quien mueva la balanza,
ni quien juzgue mis pasos,
ni quien odie mi vida,
he visto tanta pena como tanta alegría...
Mi edad ya me permite dar los pasos contados,
escoger al amigo a quien quiero a mi lado,
desechar la negrura de espectros sonrientes,
he aprendido a ignorar como ignora la gente...

Y al fin he conseguido que mis noches sean blancas,
que mis días estén llenos de risas infantiles,
que mi mente esté puesta en ojos que me tocan,
y mi horizonte teñido de azules y de grises.
Conseguí amanecer abrazada a quien amo,
dormirme con sus sueños y el roce de sus manos,
y besar unos labios que sé que siempre amaron.

                                                   Encarni Barrera Fernández





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